La facturación electrónica es un proceso que permite emitir y recibir facturas en formato digital, con las mismas garantías legales y fiscales que las facturas en papel. Esta modalidad de facturación conlleva ventajas tanto para las empresas como para la Administración, ya que reduce costes, mejora la eficiencia, facilita el cumplimiento tributario y contribuye a la protección del medio ambiente.
Sin embargo, la facturación electrónica también implica una serie de requisitos y obligaciones que deben cumplirse para garantizar su validez y seguridad. Entre estos requisitos se encuentra el uso de un formato estándar, la firma electrónica, la conservación de las facturas y el envío a la Administración cuando sea necesario.
En España, la normativa que regula la facturación electrónica es el Real Decreto 1619/2012, de 30 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento que regula las obligaciones de facturación. Sin embargo, esta normativa está en proceso de revisión y actualización, ya que se ha publicado un borrador de un nuevo Real Decreto que introduce cambios importantes en este ámbito.
El borrador del nuevo Real Decreto tiene como objetivo adaptar la normativa española a la Directiva (UE) 2019/1995 del Consejo, de 21 de noviembre de 2019, por la que se modifica la Directiva 2006/112/CE en lo relativo a las normas sobre facturación. Esta Directiva pretende armonizar y simplificar las normas sobre facturación en el ámbito de la Unión Europea, así como fomentar el uso de la factura electrónica.
Entre los cambios más relevantes que presenta el borrador del nuevo Real Decreto se encuentran los siguientes:
- Ampliación del concepto de factura electrónica que ahora abarca cualquier factura emitida o recibida en formato electrónico.
- Eliminación de la obligación de utilizar un formato estándar para las facturas electrónicas, salvo que se trate de facturas expedidas a las Administraciones Públicas o en el marco del sistema de Suministro Inmediato de Información (SII) del IVA.
- Posibilidad de utilizar un sello electrónico cualificado como alternativa a la firma electrónica para garantizar la autenticidad e integridad de las facturas electrónicas.
- Simplificación de los requisitos para la conservación de las facturas electrónicas, permitiendo su almacenamiento en cualquier medio electrónico, siempre que se garantice su legibilidad e inalterabilidad.
- Modificación del régimen sancionador por incumplimiento de las obligaciones de facturación, introduciendo nuevas infracciones y sanciones.
Estos cambios suponen una oportunidad para las empresas que quieran aprovechar las ventajas de la facturación electrónica, pero también implican una adaptación a las nuevas normas y requisitos. Por eso, desde Altim te ofrecemos soluciones que te ayudan a gestionar tu facturación electrónica de forma eficaz y segura, cumpliendo con toda la normativa vigente y futura.
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